Virtudes: 11 - Espíritu de servicio


                  Espíritu de servicio


El espíritu de servicio es connatural a la persona humana. Las personas quieren servir, quieren ser útiles a los demás, a la sociedad.


Tenemos la experiencia de que cuando nos encontramos en una población desconocida y queremos llegar a un determinado lugar, si buscamos la ayuda de alguien, es habitual que la persona a quien se la pedimos, se esfuerce dándonos todo tipo de explicaciones, asegurándose de que lo hayamos entendido y, incluso, nos puede acompañar un trozo para orientarnos completamente. Da la sensación de que aquella persona estaba esperando que alguien le pidiera algo para poderle ser útil, para servir. Hace poco, un amigo me explicaba como perdido en coche en una gran ciudad, extranjera y especialmente complicada, un conductor de otro coche al que le había pedido como llegar a su hotel, hizo que le siguiera durante media hora hasta dejarlo en la puerta.



Podríamos poner otros ejemplos en los que el espíritu de servicio sale espontáneamente: ayudar a cruzar la calle a una persona mayor; profesionales de la atención al cliente (dependientes, camareros, ...) que no se quedan sólo con la obligación estricta, propia de su profesión, sino que se desviven por ayudarnos; encuentros colectivos para comer o excursiones, donde sale espontánea la colaboración de muchos; ante pequeños o grandes accidentes, en los que enseguida surge la atención a la persona perjudicada; ...


Pero no siempre es así. Por desgracia hay personas que no tienen esta actitud. Parece que han llegado al mundo para ser servidos. Son gente que resulta desagradable, antipática y que ni se plantea la posibilidad de servir, de servir a los demás.

El espíritu de servicio es discreto, no es ostentoso, no quiere lucir, muchas veces ni se nota, y esto lo hace agradable y atractivo.


Debemos enseñar a nuestros hijos a vivir el espíritu de servicio con alegría y disponibilidad, con el deseo de ser útiles. La vida diaria está llena de pequeños servicios mutuos. Les tenemos que hacer ver que cuando vamos a buscar el pan por la mañana, alguien ha estado trabajando durante la noche o en la madrugada para que lo tuviéramos. Y lo mismo con el periódico, y tantas otras cosas...


Encontraremos muchas ocasiones: en el trabajo, en la escuela y especialmente en la vida familiar, con amigos, compañeros, conocidos, personas que nos encontramos por la calle, al comercio donde vamos a comprar;... para, quizá, en pequeños detalles, vivir este espíritu de servicio, sin estar pendiente de si nos lo agradecerán o si lo han merecido.


A los hijos les tenemos que enseñar, también con el ejemplo, muchos detalles de servicio: en la mesa estando atentos a las necesidades de los demás, acercando el pan, el agua, ...; cediendo el mejor asiento en casa, o en el medio de transporte ceder el asiento a una persona mayor; colaborando espontáneamente en las tareas del hogar; reteniendo la puerta para que pase alguien que viene detrás nuestro; ayudando ante cualquier situación en la que podamos ser útiles ... Se trata de adquirir una actitud positiva de modo que se olviden un poco de ellos mismos y piensen en los demás. Y así, más adelante, serán capaces de servicios más importantes de ayuda: monitores de diversas actividades, catequesis parroquiales... Espíritu de servicio que también será necesario en cualquier situación en la que se encontrarán en el mundo laboral.


Si los enseñamos el espíritu de servicio descubrirán que servir... es reinar.

Comentarios

  1. Muchas gracias por este articulo tan interesante, gugglie las palabras "espiritu de servicio" para comentar a unas amigas que voy a ver y tener un tema lindo para hablar y me encontre con este "blogstop" que tanto ayuda a la sociedad y a las personas en particular, a todo esto, muchas gracias!!!!

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