Cuento de Navidad: La prueba definitiva

La prueba definitiva Eran las fiestas de Navidad. Jugábamos en casa de mi tía Elena. Estaba harto de las bromas de mis primos Pedro y Juan. Se daban importancia contando historias acerca de que los Reyes Magos eran los padres y que eran ellos quienes compraban los juguetes. Yo no me lo podía creer, era del todo imposible que mi padre hubiera tenido el dinero suficiente para comprarme, el año pasado, la bicicleta, la pelota de fútbol y la mochila para ir de excursión. De todos modos, me quedó una pequeña duda. Al día siguiente, a la hora de comer, planteé el tema: "Mis primos, Pedro y Juan, dicen que los Reyes son los padres...” Mi madre por poco se atraganta por la sorpresa, pero mi padre respondió rápido: "No les hagas caso, lo que pasa es que como no se deberían portar demasiado bien, se han inventado esto para justificar que el año pasado no les dejaron nada... y probablemente tampoco se les traerán nada este...