Familia: 10 - El papel de los abuelos

    El papel de los abuelos

Un amigo me contaba que al morir su padre quedó sorprendido de cómo sus hijos comentaban positivamente, con una mezcla de admiración y respeto, las cosas del abuelo: cómo trabajaba, lo que llegaba a saber, su sentido del humor,... La sorpresa era en parte justificada porque, por motivos de residencia distante, el contacto no había sido, últimamente, muy frecuente.

Lo cual me reafirma en el hecho que los abuelos, las abuelas, tienen una influencia educativa muy importante sobre sus nietos.

No sé qué secreto conlleva este salto generacional que hace que valores que los padres tienen dificultades para transmitir, los abuelos lo consiguen más fácilmente. Lo que de padres a hijos provoca a menudo reacciones en contra, rechazo, polémica o discusión, en cambio, se acepta fácilmente y con respecto si viene de los abuelos.

Es verdad que, en gran parte, para que esto sea así depende de cómo los padres hablan de los abuelos y de cómo los respetan delante de los hijos. Pero, además, también debe ser la manera de exponer y mostrar los valores: más serena, más delicada, más paciente, sin imponer, sin preocupaciones, sin nerviosismos o urgencias, que el hecho de no estar en la primera fila educativa lo permite.

Los padres deberían ser conscientes de ello, para aprovechar este caudal de transmisión de valores que pueden ser los abuelos. Para ello deberían facilitar el contacto adecuado para que se establezca el vínculo de cariño necesario, así como mostrar el respeto y veneración que se merecen, evitando cualquier insinuación de impaciencia por sus limitaciones que poco a poco irán apareciendo con la edad. Teniendo en cuenta, también, que este contacto adecuado, no son solamente las visitas masivas familiares a casa de los abuelos, sino las que permiten contactos más personales entre un nieto, o nieta, con su abuelo, o abuela.

Los abuelos, por su parte, deberían tener presentes algunas actitudes especialmente importantes:

-Reforzar siempre los criterios educativos de los padres sin establecer, en ningún momento, discrepancias. No hacer o decir nada que pueda deteriorar la imagen de los padres.

-No están en primera línea, ni deben querer estar. Por lo tanto nada de protagonismos excesivos, sino deseo de servir y pasar desapercibidos, con renuncia alegre de ellos mismos, dándose sin que se note y sin esperar nada a cambio.

-Máximo respeto a la unidad familiar que forman sus hijos. Máxima consideración al esposo o esposa de sus hijos, amándolos y mostrándoles el cariño con detalles.

-No interferir nunca cuando los padres están sancionando. Si hacen regalos de cierta importancia a los nietos, comentarlo y pedir el acuerdo de los padres.

-Pueden ser grandes narradores de historias. Historias de su vida de amor, de sacrificio (componente inevitable del amor), o simplemente cuentos inventados, o no, en los que pueden hacer salir valores positivos, virtudes heroicas,... mostrando, sin imponer, un estilo de vida con valores.

-La casa de los abuelos estará siempre abierta para sus nietos, y se debe procurar que sea un lugar agradable para ellos. Lo cual, no quiere decir que también se exijan algunas normas de convivencia de las que los padres no deben desentenderse por el hecho de no estar en su casa.

-Deberán saber disponer de tiempo para crear los lazos afectivos con sus nietos, jugando con ellos, pidiendo ayuda al adolescente...

A veces, a los abuelos les puede parecer que sus hijos en algunas cosas se equivocan en la educación de sus hijos y creen que deberían ayudarles.

En primer lugar deben valorar bien si se equivocan o simplemente es cuestión de costumbres o de opciones distintas de las que a ellos les han ido bien. Los abuelos deben estar abiertos a otras opciones porque lo que puede haber servido para ellos, puede no ser lo mejor para la familia de sus hijos.

Si persisten en la idea de que se equivocan, deben ser muy delicados en la manera de ayudarles y deben ver cuál es el motivo del supuesto error: cansancio, comodidad, falta de experiencia, o convicción...  Según sea la causa se podrá simplemente apoyar, o suplir en algún tema con la aprobación de los padres, transmitir nuestra experiencia en algunos detalles advirtiéndoles de algunas cosas (mejor al hijo o hija), o intentar convencer de que aquella actitud les parece equivocada (mejor al hijo o hija), buscando el momento y las palabras oportunas.

En todo caso, siempre, sin dogmatismos, manteniendo la relación de cariño profundo que los mueve, con mucha prudencia, y reconociendo, previamente, que pueden ser ellos, los que estén equivocados.

El papel de los abuelos puede resultar muy eficaz en la educación de sus nietos, vale la pena valorarlo.

Para terminar, un cortometraje de 90 segundos relacionado con el tema, hecho por uno de nuestros nietos y protagonizado por otro, con su abuela.