Virtudes: 3 - Educar la sobriedad

Educar la sobriedad No hace mucho, un niño de unos nueve años tenía un reloj que le habían comprado el día de su primera comunión. En días señalados, la madre que lo guardaba en su armario, lo sacaba del estuche y después de darle cuerda y ponerlo en hora lo colocaba con un gesto solemne en la muñeca del niño, el cual, ilusionado, lo llevaba hasta la noche en que se volvía a guardar en su lugar hasta la siguiente oportunidad. Esto ha cambiado notablemente. Hoy es posible encontrar en el cajón de cualquier niño uno o más relojes medio abandonados, tal vez, sólo porque se les han acabado las pilas,... o quizás no lleva reloj porque en su móvil ya tiene la hora. Este hecho, como tantos otros similares, es señal de muchas cosas: de progreso técnico, de mejora del nivel de vida... pero interesa que nos demos cuenta de la incidencia negativa que puede tener sobre la virtud de la sobriedad si no se toman las medidas oportunas para enseñar a utilizar y usar de las cosas con la modera...