Padres: 13 - Orientando la sexualidad.
Orientando la sexualidad
Trataremos, a continuación, sobre la progresiva orientación que
los padres han de dar a sus hijos acerca de algunos aspectos concretos de la
sexualidad.
1-En relación al origen de la vida los padres deben dar a
conocer la verdad de manera progresiva adaptada a la edad, inteligencia y
temperamento de los hijos. El silencio o el misterio en torno al tema puede
causar graves deformaciones: se puede ver el mal donde no está, y no verlo
donde está. Si no obtienen la información de los padres, la buscarán y la
podrán recibir de manera incompleta, burda y deshonesta. Por otro lado se debe
evitar dar explicaciones falsas (París, cigüeñas, etc.) que, a la larga, pueden
ser causa de pérdida de confianza en los padres. Se deberá utilizar, con mucha
naturalidad, un lenguaje sencillo y claro con palabras de uso habitual en el
entorno familiar. Quizás habrá que revisar los libros escolares de ciencias
naturales de los diferentes niveles para saber qué dicen al respecto, y como lo
dicen para contrarrestarlos o completarlos.
No se trata solamente de informar sino de guiarlos en el
descubrimiento del maravilloso plan que Dios tiene en relación a la sexualidad
y a la procreación de los hijos en el seno del matrimonio. El ejemplo de amor
entre padre y madre, así como la generosa actitud de apertura a la vida, serán
garantía de hacerse entender. Se alertará a los hijos sobre la conveniencia que
en estos temas no sean ellos, sino los padres de sus compañeros quienes
informen a sus hijos.
2-Habrá que dar, también, respuestas leales y progresivas
sobre las transformaciones de la pubertad. Dentro de un ambiente de amor y
confianza, los padres deben asegurar el equilibrio y el dominio del hijo o
hija, en este período crítico de la pre-adolescencia y adolescencia donde la
inseguridad es frecuente. Informarán de los cambios que se producirán en su
cuerpo, sin adelantarse inútilmente pero, sobre todo, sin llegar tarde.
La hija será informada y prevenida por su madre que
aprovechará para destacar el papel de madre para el que su cuerpo se está
preparando. El hijo lo será por su padre, que lo prevendrá de las
perturbaciones fisiológicas que durante el sueño puede tener y de la higiene
que hay que observar.
Completarán la información dando el verdadero sentido de la
sexualidad humana que gobernada no por el instinto, sino por la inteligencia y
la voluntad, puede dirigirse positivamente al cumplimiento del plan de Dios. La
adquisición de una recta conciencia moral les servirá de brújula para orientar
las conductas y discernir lo que está bien de lo que está mal. La formación de
una recta conciencia más la adquisición de las virtudes que permiten seguirla,
serán objetivos fundamentales en la educación de los hijos en general y en
particular en este tema.
Sin tratar de ver el mal en todas partes, tampoco se trata de
ser ingenuos. Los hijos pueden ser alguna vez víctimas, y se les debe alertar,
de un compañero poco formado o de un adulto impúdico. Hay que prevenirlos, para
evitarlos, de juegos y bromas indecentes o de tocamientos que se pueden dar en
el vestuario de la escuela, del club deportivo, de la piscina,... en
campamentos de verano, o en cualquier otro lugar. Situaciones que si no dominan
y cortan drásticamente pueden causarles graves problemas.
3-Si descubrimos el inicio de malos hábitos solitarios en
alguno de nuestros hijos tendremos que actuar. ¿Cómo?
-Sin dramatizar
ni atemorizar. Podríamos crear una obsesión que le impidiera salir adelante.
-Si bien
debemos asegurarle que no se ha de extrañar de las tentaciones que son propias
de la edad, también hemos de animar a ejercitarse en el dominio de sí mismo con
la ayuda de la gracia de Dios, que no le faltará si la solicita.
-Animaremos
a reforzar su voluntad e insistiremos más en la alegría de vencer y dominar el deseo
que en la falta moral que supone, que la dejaremos al juicio del confesor, que
por eso tiene gracia de estado.
-Procuraremos
que tenga una vida sana orientándola en: lecturas, ejercicio, diversiones,
intereses,...
-Los hábitos
de higiene y limpieza ayudan a alejar estos malos hábitos, así como aspectos de
buena educación y respeto hacia sí mismo.
Comentarios
Publicar un comentario