Objetivos: 5 - Generador de autoestima

Generador de autoestima

"Possunt quia posse videntur"

Una actitud importante para todo educador es la de plantearse inculcar y desarrollar el sentimiento de autoestima, la confianza y el sentimiento de competencia en la persona que se quiere ayudar.

Fomentar la autoestima debe ser una constante en la acción educativa de padres y maestros. Uno de sus primeros esfuerzos debe ir dirigido a que el hijo o el alumno aprenda a ayudarse a sí mismo. Y esto será posible cuando esté convencido de que puede, si tiene fundadas esperanzas de éxito, si cree en sí mismo y en sus posibilidades. De ahí la cita del poeta Virgilio con que comenzábamos: "pueden, porque les parece que pueden". Pero para animar esta autoconfianza, el niño o el joven necesita a su lado un generador constante de seguridad que le reafirme una y otra vez la confianza en sí mismo.

Para generar autoconfianza el educador, padre o maestro, debe tener confianza en su hijo o alumno. Debe hacer una apuesta positiva a favor de él. El educador está obligado a ser positivo..., ¡a ser optimista! Y eso no quiere decir ser iluso o ingenuo, haciendo la realidad de color de rosa, sino que quiere decir ayudar a intentar mejorar en algún aspecto transmitiendo la confianza que puede hacerlo.

No se trata, sin embargo, de hacer volar la fantasia o faltar a la realidad. Hay que destacar lo positivo que tiene cualquier persona, favoreciendo un clima de libertad, ayudándole a conocerse mejor y motivándolo para superar con paciencia e ilusión las carencias que puede tener. En el grado en que su autoimagen sea ajustada y positiva, el educando estará en situación de superar con éxito su lucha personal de cada día.

En la adolescencia es especialmente importante tenerlo presente. Los cambios que tienen lugar de manera acelerada en esta etapa, les puede llevar fácilmente a ciertas crisis de identidad que se ponen de manifiesto en su autoconcepto y autoestima. Tendremos que ayudarles para que no pasen de la euforia excesiva en sus posibilidades a la decepción o desengaño más profundo y estéril.

Autoestima no significa sobrevalorarse. Significa conocerse tal como uno es, aceptarse y partiendo de ahí, ilusionarse en progresar y mejorar sin preocupaciones pero con constancia. La autoestima no es una actitud de vanidad estéril sino de aceptación positiva de la realidad que lleva a la acción confiada e ilusionada para progresar.

Los profesores o maestros que llevan tiempo en la tarea educativa contemplan, con alegría, casos de alumnos que con el paso de los años consiguen metas que parecían imposibles o muy difíciles. Entonces piensan: "Con lo que le costaban en primaria las matemáticas" o "Aún recuerdo el trabajo que nos dio..." o cosas por el estilo, en las que fácilmente se detectan un bien entendido orgullo por haber contribuido y el recuerdo más entrañable.


Si se buscaran las causas de estos casos encontrarían en el punto de partida un ajustado y positivo autoconcepto y una adecuada autoestima en el alumno protagonista, que le ha permitido, con constancia y confianza en sus posibilidades, alcanzar esa meta. Y a su lado, seguramente, un padre o maestro que le supo transmitir, en su momento, la seguridad de que podía. A su lado: un generador de autoestim

Comentarios

Entradas populares de este blog

Virtudes: 11 - Espíritu de servicio

Objetivos: 7 - El valor de la amistad en los hijos

Virtudes: 16 - Tono humano