Objetivos: 7 - El valor de la amistad en los hijos

El valor de la amistad en los hijos.

La amistad es un valor que deseamos para nuestros hijos, para que tengan, ahora y siempre, amigos y buenos amigos. La amistad juega un papel muy importante en el desarrollo personal de niños y adolescentes.

La amistad es aquella relación íntima que se tiene con una persona, normalmente con intereses comunes, con la que se tiene un trato personal y frecuente, y con la que nos deseamos, recíprocamente, el bien y la mejora personal.

Definida así, es evidente que se requiere una cierta madurez para entender toda la dimensión de la amistad, porque se refiere a una relación de intimidad y por tanto, no hay amistad hasta que la persona, reconociendo su propia intimidad, aprende a compartirla debidamente con otros. Tampoco la hay si no se desea el bien del otro, y si este deseo no es compartido. Según las edades, pues, la amistad tendrá una consideración un poco diferente.

Por eso tenemos que distinguir la amistad en las diferentes etapas para ver cómo se desarrolla progresivamente. En la primera infancia (parvulario) la amistad de un niño se valorará por si juega o habla con otros, si comparte sus intereses, si deja sus cosas, si pasa más tiempo con unos que con otros... En la segunda infancia se valorará cuál es su papel en el grupo, si la acepta y acepta el papel de los demás, si aprende que puede dar y recibir del grupo, si comparte más actividades con unos (amigos), que distingue de otros (compañeros). En la pre-adolescencia y adolescencia puede empezar a buscar amigos más íntimos con quien confiar sus problemas. La pandilla es importante pero sabe diferenciar entre compañeros y amigos. La amistad la entiende más como posibilidad de desahogarse que como deber de aportar algo a la relación. En la adolescencia y juventud, al ampliar su actividad, más independiente de los padres, irá conociendo más personas que llamará "amigos", con intereses comunes: estudio, deporte, excursiones,... Al ir madurando distinguirá la relación que implica un compromiso.

El valor de la amistad se refuerza con el cultivo de virtudes como la generosidad, que actúa en favor de otras personas de manera desinteresada, la sencillez, que procura que el comportamiento habitual esté de acuerdo con sus intenciones íntimas, la lealtad, que acepta los vínculos implícitos en su adhesión a otros, el pudor, que reconoce el valor de la intimidad y respeta la de los demás, la comprensión, la paciencia, el espíritu de servicio,...

Cuando un hijo tiene dificultades para tener amigos, los padres deben ver que el problema puede estar en el propio hijo, y no tanto por falta de capacidad, sino por la falta de cualidades.

Estas dificultades pueden venir: por la falta de las virtudes expuestas anteriormente; por problemas de timidez e inseguridad de los que se deberían analizar las causas y ponerle remedio; en niños mimados o sobre protegidos; por problemas de mal carácter: nerviosos, agresivos, inestables, mandones, apáticos, ...; por excesivo orgullo y amor propio que lleva a dar demasiada importancia a las opiniones de los demás; por idealización de la amistad, no teniendo en cuenta que el mejor amigo tiene defectos;... Otros problemas pueden venir por dificultades que no tienen que ver con sus cualidades, y que se le deberá ayudar para superarlas: limitaciones físicas específicas, adaptaciones tardías al grupo, dificultades de lenguaje,...

En cuanto la a elección de los amigos, debemos tener en cuenta que los hijos escogen quienes les parecen más atractivos. Este "atractivo" dependerá en gran parte de lo que los padres han enseñado como "atractivo" desde que son pequeños. Si los padres han centrado su atención en la comodidad, bienestar o diversión, los hijos buscarán sus amigos entre quienes les proporcionen estos valores relativos. Si se ha intentado vivir la generosidad y la preocupación por los demás, los hijos captarán este valor como positivo y lo buscarán entre sus amigos.

Los padres pueden orientar el tipo de actividad que realicen los hijos para facilitar que puedan encontrar personas aptas para ser buenos amigos: club de estudiantes de bachillerato, actividades parroquiales, equipos deportivos,... También pueden organizar, con familias amigas, actividades atractivas que respondan al deseo de aventura, de intereses artísticos, o de preocupación por los demás.

Nos quedan cosas por comentar: cómo conocer a los amigos de nuestros hijos, cómo actuar ante un mal amigo, la amistad padres-hijos, la amistad con personas (adolescentes, jóvenes) de otro sexo, uso de móviles y redes sociales entre amigos, visitas de amigos en casa, estancias en casas de amigos,... Aspectos importantes a considerar y que dejamos para una próxima ocasión.


Comentarios

  1. El hecho de que no seas una persona muy sociable no significa que no necesites amor, afecto y compañía como todo el mundo. No importa si eres consciente o no de esto, pero tienes la capacidad de formar y mantener amistades duraderas recomiendo paginas webs como terra chat con Chat bolivia, chat argentina y muchos paises perfectos para que busques amistades

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