Padres: 1 - Dedicar tiempo a los hijos

Dedicar tiempo a los hijos

       Lo hemos observado boquiabiertos en alguna película, lo hemos leído sorprendidos en alguna novela de época, de esas que empiezan con una generación y acaban tres generaciones después. Antes la gente de dinero confiaba casi completamente la educación de sus hijos a una especie de "madre mercenaria". Le llamaban con nombres diferentes según el gusto o la costumbre cultural del momento: la "miss", la "madeimoselle", la "fraülin", la "institutriz”... A la hora del desayuno, la "fraülin" llevaba los niños a ver a la madre que preguntaba cómo se habían portado el día anterior (pregunta con respuesta pagada) y como habían pasado la noche. El padre, con la taza de café en la mano, levantaba la vista del periódico y hacía una corrección sobre el modo de vestir de sus hijos. Rápidamente la "fraülin" se los llevaba para que la madre pudiera dedicarse a despedir al marido que se iba al trabajo y a continuación, arreglarse para pasear con las amigas, ir de compras, tomar el té, dedicarse a una labor benéfica o social, etcétera, durante el resto del día.

- Los tiempos han cambiado mucho, eso hoy no pasa! Los padres hablamos más con los hijos y vemos claro que somos los primeros y principales educadores y los responsables de su formación. La madre no puede perder el tiempo con frivolidades y nadie sabe, como la madre, que es lo que necesitan sus hijos, especialmente durante los primeros años de su vida.

- Si, pero... a veces, tampoco se tiene suficiente tiempo para estar con ellos.

- Bueno, claro, hoy la madre trabaja porque tiene el derecho de hacerlo, de tener una vocación profesional y, también, por necesidades económicas. Hay que ayudar a sacar la familia adelante porque la vida exige muchos gastos: hay que pagar la hipoteca, el coche, los electrodomésticos... Y, además, después de trabajar hay que ir a hacer la compra y hacer las tareas de casa...

- ¿Y el padre?

- El padre, a menudo, llega tarde a casa porque hay que cumplir bien con el trabajo y asegurar el lugar de trabajo más que nunca con los tiempos que corren, o como se dice ahora: con lo que está cayendo!

- Y los niños, ¿quién los cuida?

- Para eso están las guarderías, que cumplen una necesaria función social, y las escuelas. Y después de la escuela hay actividades: de tenis, de inglés, de francés, de alemán, de informática, de danza, de ballet, de taekwondo, de karate, música... Todas estas actividades están muy bien, porque además de aprender cosas, se relacionan con otros niños y... debemos enseñarles aprovechar el tiempo libre.

- Si, pero... si tienen el tiempo tan ocupado, ¿aprenden a utilizar el tiempo libre? ... ¡si no tienen! Además... deben estar con los padres para que...

- Bueno, para eso están los fines de semana, en que hay más tiempo para todo. Claro que si nos descuidamos ... Los padres tenemos que salir los sábados por la noche para mantener las amistades - hay "canguros" para atender a los niños -, los niños tienen actividades extraescolares, y además está la televisión y los videojuegos que pueden romper, dentro de casa , el diálogo con los hijos, y el padre quizás debe dedicarse a su "hobby": bicicleta, moto, pesca ... y no siempre los "hobbies" de los padres coinciden con los de los hijos ... pero hay que compensar el estrés del trabajo de alguna manera.

- Y durante las vacaciones?

- Los niños están de vacaciones pero ¡los padres no! Para eso hay colonias, campamentos ... o más informática, o más inglés dentro y fuera de nuestras fronteras ... Y cuando se coincide es bueno hacer un viaje juntos aunque suponga un poco de sacrificio e ir un poco cansados, porque hay que ver todo lo posible para poderlo explicar bien ... o ir a un lugar de veraneo en el que, es verdad, no siempre hay la tranquilidad suficiente para la convivencia familiar necesaria, pero ...

- Todo eso está muy bien, pero hay que buscar el punto de equilibrio necesario para que los hijos puedan estar con los padres, y los padres deben dedicar tiempo a estar con los hijos, porque lo más importante no lo aprenderán ni en la guardería, ni en las clases de idiomas, ni en la televisión ... Lo más importante, los valores fundamentales de la vida, debemos transmitirlos los padres ... si encontramos tiempo para hacerlo.

       Esto hoy, ayer y siempre.