Familia: 1 - El momento de la familia

El momento de la familia 

            ¿Por qué: "El momento de la familia"?
            Porque hoy, especialmente, los males del mundo sólo puede solucionarlos la familia, la llamada familia tradicional, o simplemente la familia.
            Nuestra sociedad reclama y exige un cambio radical, quizás sin una demasiado clara conciencia, pero con una cierta angustia. Nos encontramos con múltiples sucesos en los que se evidencia una clara deshumanización en el trato de las personas, en las relaciones entre ellas: violencias, malos tratos, corrupción, un individualismo exacerbado... gamberrismos colectivos, y un largo abanico de cosas que nos hacen exclamar: ¿qué está pasando?
            En el proceso de mejora de nuestra sociedad debemos descubrir o redescubrir la importancia de que cada uno se proponga mejorar, en primer lugar, en su propio hogar.
            Por eso repito lo que hemos oído tantas veces: ¡la familia es el negocio más importante!
 
           Lo es para los padres de familia, porque lo mejor que pueden hacer, el servicio más grande que pueden hacer a sus hijos y a la sociedad, es la correcta educación de su prole en el seno de su familia.
            Lo es para el país, porque dedicar esfuerzos y ayuda a las familias, será una de las mejores estrategias para la propia salud de la sociedad.
            No siempre, sin embargo, se entiende así, en la práctica. Ni por los padres ni por los gobernantes de un país.
            ¡Padres!: Nuestro trabajo debe tener como una principal finalidad el buen funcionamiento de nuestra familia. Otros objetivos: la propia realización personal en el trabajo, el éxito, el poder, el dinero,... que si se utilizan bien no son malos, deben estar subordinados a él, al buen funcionamiento de nuestro hogar. Es nuestra vocación: ¡sacar adelante una familia!
            Gobernantes!: A veces parece que algunos se hayan planteado como objetivo la destrucción de la familia: divorcio exprés, ideología de género, aborto (ahora se llama: interrupción voluntaria del embarazo), eutanasia (ahora se llama: muerte digna) , una educación sexual que se propone y que no promueve, precisamente, el valor del amor ...
            ¿Por qué la familia es tan importante?
            La hipótesis para defender su importancia es simple: Sin familia no hay persona plena. Sin persona desaparece la sociedad civil como agrupación humana auténtica.
            El nexo que une la familia con la sociedad es la persona. La familia da consistencia, alimenta, educa a la persona (hijos y padres), y la persona íntegra y hecha fuerte en la familia, hace íntegra y fuerte la sociedad.
            La familia se convierte en la institución imprescindible para que la persona llegue a serlo, afirmando y llevando a plenitud su calidad personal. La sociedad, por ser una sociedad humana y no una mera agregación informe de individuos, debe estar compuesta por personas íntegras, capaces de establecer entre sí, en los ámbitos tan diversos que forman el entramado de la sociedad, relaciones de verdad interpersonales, regidas por el amor y el servicio a los demás, y capaces de trabajar por el bien común.
            La importancia de la familia en la construcción de un mundo mejor, lo enseñó Juan Pablo II a lo largo de su pontificado: en su encíclica "Familiaris consortio", en su "Carta a las familias”... y lo formuló de manera sencilla en dos expresiones:
            "Cual es la familia, tal es la nación, porque tal es el hombre".
            "Familia, sé lo que eres".
            Acabamos con unas palabras del Santo Padre Benedicto XVI en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona: "En la familia, el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su final natural. Sólo donde existe el amor y la fidelidad, nace y perdura la verdadera libertad”.
            Si, ha llegado el momento de la familia.